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Mostrando las entradas de agosto, 2016

La Vida (no tan) Moderna -¿Qué quiere la iglesia?-

iglesia Del lat. tardío ecclesĭa, y este del gr. ἐκκλησία ekklēsía; propiamente 'asamblea'. Desde sus primeras horas, el séntido y doloroso periplo que llevó al alumbramiento de la iglesia cristiana es de todos conocido, en miles de lecturas, películas y teleseries hemos visto las dificultades que enfrentaban los primeros cristianos en un mundo en el que gobernaba la maldad de los romanos con sus falsos dioses y emperadores degenerados. Nos hemos acostumbrado a ver al Imperio como una sociedad disoluta hasta la saciedad pero enclavada en la absoluta insatisfacción; misma que les llevó a probar todo tipo de placeres, entre ellos disfrutar hasta el cansancio el sano deporte de matar cristianitos en las formas más crueles imaginables, desde a pura cachetada limpia hasta elaboradas coreografías que incluían animales salvajes, desmembramientos, crucifixiones y servir de alumbramiento público. Pero, vamos, seamos honestos, eso no era un honor exclusivo de los cristianos, los roman

Proclivencia propensante tendenciosa

Nací una tarde tormentosa, esa siempre ha sido la anécdota, "justo en el momento en que naciste empezó una tormentón tremendo y ya que me subieron al cuarto llegó la mamá del doctor a decirme que ibas a tener mucha suerte porque habías nacido en plena tormenta", me cuenta mi madre y ambos nos reímos mucho. A continuación verán por qué. Habían pasado pocos meses de mi nacimiento cuando mi mamá, armada con sus tres chilpayates, decidió darle un aventón a la chica que la ayudaba en casa, ahí vamos todos en el vochito por una vereda en medio de una lluvia torrencial y ¡zas! ahí va a dar el coche a una barranca; afortunadamente fue cerca del lugar donde Carmela vivía y tras algunos alaridos de angustia sus vecinos nos ayudaron a salir del auto que se llenaba de cascadas de lodo (aunque muchos no lo crean, recuerdo el momento en el que me sacaron y siento la lluvia en mi cara y es algo que hasta la fecha disfruto con una intensidad absoluta). Un año más adelante, con mis p

La Vida Moderna -El sacrosanto matrimonio-

Previo a la ascensión del cristianismo a la cúspide de las religiones, había muchas más que, de la misma forma o de otras más cínicas o más veladas, traficaban con las necesidades de los individuos. El Imperio Romano contaba con un extenso catálogo de religiones que aumentaba con el paso de las conquistas y las anexiones de territorios. Cada religión traía un poco de lo mismo y un mucho de diferencias, lo cual no dejaba de fascinar a los romanos -tan aburridos que nos los pintan en sus triclinia, ávidos por conocer cosas nuevas- y que muchos probaron diferentes sabores religiosos. De entre todas esas religiones la única mal vista era el judaísmo porque no se prestaba a aceptar a otros dioses, porque hablaba de sacrificio, mortificación y hartas cosas que a los romanos les parecían horribles y entre esas la mala pinche costumbre de ver los amores entre iguales como algo malo. Generalmente la mayoría de religiones se preocupaban más porque no se comieran unos a otros y no porque no