Infantes terribles
Y bueno, a veces las buenas intenciones no pasan de ser eso, buenas e intenciones, después de otra larga ausencia me dispongo a desempolvar neuronas y ver si quedan activas algunas y si, por gracia de la naturaleza, aun hacen sinapsis.
Leyendo el excelente blog de Sergio Tovar Velarde, me encontré con algo en lo que no había reflexionado en años, algo que me pico el orgullo y me decidió a regresar a la Pared de Hielo -si les gana la curiosidad es la entrada referente a Pie Pequeño en busca del Valle Escondido-.
Yo siempre me consideré un niño normal. Un niño al que le gustaba jugar con carritos, dibujar, fantasear, ver televisión, escuchar música, leer comics, libros y enciclopedias, platicar con los adultos, preguntar sobre temas históricos, aprenderse las constelaciones, tener discusiones sobre religión, patinar, andar en bici, salir al parque a jugar, matar a indios y vaqueros con pistolas de plástico, visitar las casas de los amigos o quedarse hasta tarde sentado en la banqueta con los amigos fanfarroneando de todo lo que sabía, escuchar a los ancianos de Oaxaca narrar historias de fantasmas y aparecidos, fan de los dinosaurios, de los caballeros medievales, de las esculturas griegas y romanas, intrigado por los jeroglíficos egipcios, subyugado por los hippies que se paseaban por el centro de Oaxaca sin camisa y con la mirada perdida, por los jugadores de tochito en las calles serenas del D.F. los domingos... costumbres adquiridas desde el kinder junto con su novio Juan Carlos.
Más tarde aprendí que los niños no debíamos:
-Tener novios del mismo sexo
-Fascinarse con seres atractivos de su mismo sexo
-Leer libros y enciclopedias
-Interesarnos por la historia
-Escuchar música -menos si era Clásica, Barroca, de Doris Day, las Andrew Sisters, Barbra y de la Garland-
-Discutir sobre religión y andar preguntando si Jesús orinaba
Podíamos -a riesgo propio-:
-Dibujar
-Leer comics
-Ser fanáticos de los dinosaurios
Debíamos -obligatoriamente-:
-Jugar futbol soccer o cualquier otro deporte y admirar a los brutos babeantes que lo practican
-Jugar con carritos, pistolas, figuras de acción, tarzanes y luchadores de mercado, andar en bici, patinar, salir a jugar al parque
-Fanfarronear, nunca sobre conocimiento, siempre sobre travesuras y aventuras ficticias
-Burlarnos de los que leían
-Abjurar de la música
-Obedecer de los mandamientos de la santa madre -adora- iglesia -o de cualquier otra religión-
-Actuar como si el cerebro aun estuviera en gestación
Por años tuve que actuar como si algunas de las cosas obligatorias me importaran y dejar mis curiosidades a momentos solitarios. Tuve que desechar algunas ideas por años y desterrar otras con las que me reencontré en la Universidad. Pero no todo dura para siempre, los tiempos cambian y la Vida Moderna da paso a nuevas ideas y costumbres.
Actualmente la genialidad de los niños se ve aumentada por el avance de la tecnología. Tan pronto el niño aprende a leer y a mover un mouse, el mundo entero queda al alcance de sus frescos cerebros, toneladas de información pasan ante los ojos de los pequeños y sus mentes se llenan rápidamente de datos, ciertos y falsos. Fanfarronean ante sus padres y se burlan porque éstos no saben moverse en el mundo virtual, se tardan en escribir un mensaje en el celular o de plano le piden al niño que les explique como hacer una búsqueda en Google. A los niños se les reconoce el que sepan, el que investiguen, el que reporten.
Todo esto puede sonar como promesa de un futuro utópico, un mundo que en años estará lleno de genios que podrán mejorar todo lo -humanamente- mejorable. Pero no es cierto. Desgraciadamente la internet no tiene la verdad universal en cada página y algunos sitios malinforman y malforman las pequeñas mentes en desarrollo. A esto hay que sumarle el deseo innato de los seres humanos en desarrollo por tener siempre la razón y querer ser siempre los mejores. Esto más que utópico suena apocalíptico.
Actualmente los niños considerados normales pasan una gran parte del día conectados a la internet, juegan en linea con amigos virtuales, buscan la tarea en wikipedia, son maestros en el arte de cortar y pegar. No hace falta leer el artículo o la información, basta constatar que contiene las palabras clave. No necesitan dibujar, todo lo encuentran ya hecho, ya no van a la papelería por la monografía, el mapa o por un resistol o "yuretz" para hacer algún trabajo, los padres deben interesarse en los trabajos escolares y ayudarlos a realizarlos -aunque eso implique que el infante esté en el X-Box o el PS, mientras el papá o la mamá se hace figurillas para encontrar y hacer la tarea de sus retoños-. Los niños ven los parques al pasar hacía la escuela o cuando se ven obligados a acompañar a sus papis a alguna reunión familiar. Las bicis, los patines, las pelotas y las canchas son magistrales obras en pixeles, todo movido desde un mando con botones en la comodidad de un sillon, los caballeros medievales son de la misma esencia y pueden luchar contra ninjas, egipcios, dragones, zombies o cualquier aberración que la fecunda mente de un programador haya decidido inventar para un juego "histórico", que muestra con perfecto realismo las heridas y los estertores mortales de los enemigos. Los niños normales no salen a la calle, se los roban. Los niños modernos no visitan a sus amigos, se "ven" en la compu. Los niños modelo no escuchan a los viejos que no saben, les dan lecciones y les demuestran que tan obsoleto fue su mundo. Los niños inteligentes no cargan libros ni los leen, los descargan y los escuchan. Los niños de hoy no comen hasta que la mamá les jura que es saludable, que no tiene conservadores y que no se lastimó a ningún animal para conseguir la comida. Ya no miran las estrellas, las buscan con algún programa. Los niños actuales son electrónicos, con gigas en el cerebro, se les debe dar updates y upgrades.
Los niños modernos no deben:
-Tener novios de su mismo sexo
-Fascinarse con seres atractivos de su mismo sexo
-Leer libros y enciclopedias
-Interesarse por la historia -la real al menos-
Pueden -a riesgo propio-:
-Dibujar -si es que saben usar un lápiz o los programas adecuados-
-Leer comics -en la compu-
Deben -obligatoriamente-:
-Jugar futbol soccer o cualquier otro deporte en la consola de juegos
-Jugar a lo que sea, siempre y cuando jueguen en casa, en la compu o en la consola de juegos
-Fanfarronear sobre scores de juegos y de páginas que nadie más conoce
-Burlarse de los que leen y más si es por falta de compu
Los infantes terribles devoran el mundo mientras crecen en conocimiento, hacen a un lado lo obsoleto, lo viejo, lo inútil. Los pequeños monstruos te miran con complacencia paternal y se divierten rebasando límites. Conocen sus derechos, filman a los maestros que los regañan, amenazan a los padres con acusarlos de violencia. Se saben invencibles...
Por lo menos mientras haya energía eléctrica...
Entonces los niños de antes -con tapones en los oídos para no escuchar las agónicas quejas de los modernos- reviven un poco regodeándose en su vieja sapiencia para perderse dentro de un libro frente a una vela.
Leyendo el excelente blog de Sergio Tovar Velarde, me encontré con algo en lo que no había reflexionado en años, algo que me pico el orgullo y me decidió a regresar a la Pared de Hielo -si les gana la curiosidad es la entrada referente a Pie Pequeño en busca del Valle Escondido-.
Yo siempre me consideré un niño normal. Un niño al que le gustaba jugar con carritos, dibujar, fantasear, ver televisión, escuchar música, leer comics, libros y enciclopedias, platicar con los adultos, preguntar sobre temas históricos, aprenderse las constelaciones, tener discusiones sobre religión, patinar, andar en bici, salir al parque a jugar, matar a indios y vaqueros con pistolas de plástico, visitar las casas de los amigos o quedarse hasta tarde sentado en la banqueta con los amigos fanfarroneando de todo lo que sabía, escuchar a los ancianos de Oaxaca narrar historias de fantasmas y aparecidos, fan de los dinosaurios, de los caballeros medievales, de las esculturas griegas y romanas, intrigado por los jeroglíficos egipcios, subyugado por los hippies que se paseaban por el centro de Oaxaca sin camisa y con la mirada perdida, por los jugadores de tochito en las calles serenas del D.F. los domingos... costumbres adquiridas desde el kinder junto con su novio Juan Carlos.
Más tarde aprendí que los niños no debíamos:
-Tener novios del mismo sexo
-Fascinarse con seres atractivos de su mismo sexo
-Leer libros y enciclopedias
-Interesarnos por la historia
-Escuchar música -menos si era Clásica, Barroca, de Doris Day, las Andrew Sisters, Barbra y de la Garland-
-Discutir sobre religión y andar preguntando si Jesús orinaba
Podíamos -a riesgo propio-:
-Dibujar
-Leer comics
-Ser fanáticos de los dinosaurios
Debíamos -obligatoriamente-:
-Jugar futbol soccer o cualquier otro deporte y admirar a los brutos babeantes que lo practican
-Jugar con carritos, pistolas, figuras de acción, tarzanes y luchadores de mercado, andar en bici, patinar, salir a jugar al parque
-Fanfarronear, nunca sobre conocimiento, siempre sobre travesuras y aventuras ficticias
-Burlarnos de los que leían
-Abjurar de la música
-Obedecer de los mandamientos de la santa madre -adora- iglesia -o de cualquier otra religión-
-Actuar como si el cerebro aun estuviera en gestación
Por años tuve que actuar como si algunas de las cosas obligatorias me importaran y dejar mis curiosidades a momentos solitarios. Tuve que desechar algunas ideas por años y desterrar otras con las que me reencontré en la Universidad. Pero no todo dura para siempre, los tiempos cambian y la Vida Moderna da paso a nuevas ideas y costumbres.
Actualmente la genialidad de los niños se ve aumentada por el avance de la tecnología. Tan pronto el niño aprende a leer y a mover un mouse, el mundo entero queda al alcance de sus frescos cerebros, toneladas de información pasan ante los ojos de los pequeños y sus mentes se llenan rápidamente de datos, ciertos y falsos. Fanfarronean ante sus padres y se burlan porque éstos no saben moverse en el mundo virtual, se tardan en escribir un mensaje en el celular o de plano le piden al niño que les explique como hacer una búsqueda en Google. A los niños se les reconoce el que sepan, el que investiguen, el que reporten.
Todo esto puede sonar como promesa de un futuro utópico, un mundo que en años estará lleno de genios que podrán mejorar todo lo -humanamente- mejorable. Pero no es cierto. Desgraciadamente la internet no tiene la verdad universal en cada página y algunos sitios malinforman y malforman las pequeñas mentes en desarrollo. A esto hay que sumarle el deseo innato de los seres humanos en desarrollo por tener siempre la razón y querer ser siempre los mejores. Esto más que utópico suena apocalíptico.
Actualmente los niños considerados normales pasan una gran parte del día conectados a la internet, juegan en linea con amigos virtuales, buscan la tarea en wikipedia, son maestros en el arte de cortar y pegar. No hace falta leer el artículo o la información, basta constatar que contiene las palabras clave. No necesitan dibujar, todo lo encuentran ya hecho, ya no van a la papelería por la monografía, el mapa o por un resistol o "yuretz" para hacer algún trabajo, los padres deben interesarse en los trabajos escolares y ayudarlos a realizarlos -aunque eso implique que el infante esté en el X-Box o el PS, mientras el papá o la mamá se hace figurillas para encontrar y hacer la tarea de sus retoños-. Los niños ven los parques al pasar hacía la escuela o cuando se ven obligados a acompañar a sus papis a alguna reunión familiar. Las bicis, los patines, las pelotas y las canchas son magistrales obras en pixeles, todo movido desde un mando con botones en la comodidad de un sillon, los caballeros medievales son de la misma esencia y pueden luchar contra ninjas, egipcios, dragones, zombies o cualquier aberración que la fecunda mente de un programador haya decidido inventar para un juego "histórico", que muestra con perfecto realismo las heridas y los estertores mortales de los enemigos. Los niños normales no salen a la calle, se los roban. Los niños modernos no visitan a sus amigos, se "ven" en la compu. Los niños modelo no escuchan a los viejos que no saben, les dan lecciones y les demuestran que tan obsoleto fue su mundo. Los niños inteligentes no cargan libros ni los leen, los descargan y los escuchan. Los niños de hoy no comen hasta que la mamá les jura que es saludable, que no tiene conservadores y que no se lastimó a ningún animal para conseguir la comida. Ya no miran las estrellas, las buscan con algún programa. Los niños actuales son electrónicos, con gigas en el cerebro, se les debe dar updates y upgrades.
Los niños modernos no deben:
-Tener novios de su mismo sexo
-Fascinarse con seres atractivos de su mismo sexo
-Leer libros y enciclopedias
-Interesarse por la historia -la real al menos-
Pueden -a riesgo propio-:
-Dibujar -si es que saben usar un lápiz o los programas adecuados-
-Leer comics -en la compu-
Deben -obligatoriamente-:
-Jugar futbol soccer o cualquier otro deporte en la consola de juegos
-Jugar a lo que sea, siempre y cuando jueguen en casa, en la compu o en la consola de juegos
-Fanfarronear sobre scores de juegos y de páginas que nadie más conoce
-Burlarse de los que leen y más si es por falta de compu
Los infantes terribles devoran el mundo mientras crecen en conocimiento, hacen a un lado lo obsoleto, lo viejo, lo inútil. Los pequeños monstruos te miran con complacencia paternal y se divierten rebasando límites. Conocen sus derechos, filman a los maestros que los regañan, amenazan a los padres con acusarlos de violencia. Se saben invencibles...
Por lo menos mientras haya energía eléctrica...
Entonces los niños de antes -con tapones en los oídos para no escuchar las agónicas quejas de los modernos- reviven un poco regodeándose en su vieja sapiencia para perderse dentro de un libro frente a una vela.
Comentarios
Creo que gran parte del mito de internet se debe a nosotros los padres que fascinados damos los recursos, y que hacemos con eso...
Tu lo ves.
Cierto ahora les enseñan que los niños tiene derechos, uno debe dar las obligaciones.
Finalmente mi generación es la responsable de los niños de hoy...Miedo.
"Los defectos de los hijos son los herrores de los padres."
...y lo otro...
SIEMPRE ser diferente es un problema para los demas amantes de lo convencional.
Benditos los que en plena adolescencia pueden decir: Asi lo vivo, veo, digo yo... si no puedes con eso, es tu problema.
En verdad los niños de ahora ya no saben ni siquiera lo que es tocar a alguien y si los tocan he de describirte la serie de amenazas.
Creo que gan parte de esto es que los padres se han dejado llevar por el miedo a sus hijos a ese esquema de "darles todo y que no les falte" ¿Faltarles? ¡que no mamen! Así crecimos nosotros, con carencias, con esa tolerancia a la frustraci{on, la cual nos ha ayudado a sobrevivir.
Niños... esos ya no existen, ahora los humanos paren androides.
Y si, si eres direnete... en fin, mejor ahí la dejo.
Te quiero mucho Vic.
Un beso
Montse