-Antigua pesadilla-


Quisiera rendirme a ti, oscuro ser de pesadilla, para entregarte mi historia a cambio de la tuya, de tu sabiduría y frialdad eterna. Que mi rostro fuera, como siempre, el mismo que usas cuando me visitas por el espejo; ver con tus profundos ojos negros el infinito desgarrado de dudas y preguntas; ceñirme tu áurea corona en las sienes y ordenar el silencio de los rostros malditos del muro que gritan, por siempre, un nombre olvidado.


Ofréceme esta noche la copa de ese veneno ligero que perfuma tu cabello enmarañado por los años; déjame ver la cegadora luz de tu perversa sonrisa antes hundir mi rostro entre tus cansadas manos tan violentas. Que la prisa de la mañana te encuentre sólo, bañado en polvo de espejo roto y que tu angustia aliente al fugaz eco de mi risa desvaneciente...

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