La Vida Moderna -Amor-
amor.
(Del lat. amor, -ōris).
1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
4. m. Tendencia a la unión sexual.
5. m. Blandura, suavidad. Cuidar el jardín con amor
6. m. Persona amada. U. t. en pl. con el mismo significado que en sing. Para llevarle un don a sus amores
7. m. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.
8. m. p. us. Apetito sexual de los animales.
9. m. ant. Voluntad, consentimiento.
10. m. ant. Convenio o ajuste.
11. m. pl. Relaciones amorosas.
12. m. pl. Objeto de cariño especial para alguien.
13. m. pl. Expresiones de amor, caricias, requiebros.
14. m. pl. cadillo (‖ planta umbelífera).
¿Quedó claro? Sí, que bueno.
Aplaudo el esfuerzo de la Real Academia Española por tratar, con todo y sus escasos alcances, de definir el amor en el Diccionario de la lengua española; de hecho, aplaudo a todo aquel que trate de definirlo, pero más admiro a los que tratan de entenderlo, vitoreo a los que lo viven (y más si les vale madre entender lo que viven) y, postrado de hinojos, adoro a los que lo mueren.
Para mí el amor es algo personal, jamás ninguno de ustedes entenderá, o sentirá, lo que yo siento, como yo tampoco entenderé o llegaré a sentir lo que ustedes sientan; podré utilizar miles de metáforas para tratar de explicar lo inexplicable, el amor forma parte de lo real, aquello que no puede ponerse en palabras.
O sea, el amor es "bienquiénsabecomo", literalmente.
Por amor la gente vive, ríe, come, triúnfa, brilla, vuela, brinca, salta, corre (feliz por los campos), cae, falla, llora, sacrifica, muere...
Hay amores y ¡ay! amores...
Algunas mujeres lo esperan y muchos hombres le huyen; otras lo buscan y otros lo enfrentan; unas son halladas y otros son olvidados.
Hay amores prohibidos que se viven en silencio, que se expresan con las miradas, que mueren solos en oscuridad sin ceremonias; los hay contrarios, que se enfrentan, desgarran, lastiman y al morir liberan.
Existen los amores eternos y formas de amar muy breves; amores históricos, histriónicos y otros histéricos (dime qué hago con tanto amor), compulsivos (no puedo dejar de amarte), perversos (dime que me amas, dime, dímelo) y sicópatas (vas a morir de amor por mí).
Amores decadentes, ascendentes, decendentes, laterales, frontales, orales, anales.
Amor a primera, a segunda, a tercera y a más vistas, equivocados, a concenso, interesados, con intereses, viejos, añejos, pasados, nuevos, sedosos, rasposos, profundos, triviales, fanáticos... y amores que odian.
Hay de padres, de hijos, de hermanos, de vecinos, de amigos, de compañeros, de amantes, de pareja, de trío, de table, de chichifo, de cabaret.
Ay! Amores que duelen... Ja! Amores que alegran... Argh! Amores que frustran... Sigh! Amores que desilusionan... Grrrr! Amores que encabronan... Uh? Amores que sacan de onda...
Amores que despiertan: el deseo artístico (tú te encueras y yo te tomo la foto); la curiosidad (...y si lo hacemos en la nieve, ¿a ver qué pasa?); el canibalismo (yo si te como); lo suicida (me mato, me dejas me mato...); lo histriónico (me mato, me dejas me mato...); lo trágico (me mato, me dejas me mato...); lo controlador (me mato, me dejas me mato...); lo codependiente (me mato, me dejas me mato...).
Los hay falsos, de a mentis, de media hora, estacionales (onda de Pino Suárez a Hidalgo), de altura (noveno piso para arriba), de salón, de baños (públicos), de baños privados (¿quién no ha sido besado por el/la dueño(a) de la casa en el baño? -¿o no es tan común?).
El amor está en chino, en japonés, en latín, en griego clásico, en arameo antiguo, en hebreo más antiguo.
Las reglas del amor son muchas y valen madres porque el amor no tiene reglas; sí a caso, deben hacerse entre dos, ser únicas e irrepetibles (cada cabeza es un mundo y cada pareja dos), sino, no es amor, es imposición, es posesión, es receta para drama.
El amor no es igual aunque uno de los protagonistas sea el mismo.
El amor es sexo cubierto de chocolate, revuelto en tocino y aderezado con papas fritas; es como un estornudo, es como hacer pipí después de aguantar por horas. El amor es desahogo, es esperanza, es ganas, es calma, es urgencia, caos, entripados, descanso, es tarde de tv, noches de lectura, mañanas de rapidines.
El amor es una enfermedad que contagia un pinche escuincle en pañales; es lo que la publicidad te hace creer que es el amor, comercio, desesperación por ser flaco, por tener cuerpo de gym, tener auto, dinero, casa y mil cosas que hacen que olvides el amor y te vuelvas un buscador de placer incolmable, barril sin fondo.
El amor es una mañana fresca, una tarde de nubes ardientes, es sol menguante, finas estrellas que tímidas aparecen, lunas eternas; el reflejo de tu ser en los ojos del otro; los oidos que escucharán tus latidos; las manos que tocarán tu piel con deseo, con calma, con preocupación; los labios que te habrán de sonreír hasta el día que la muerte los separe.
O sea, el amor es "bienquiénsabecomo", literalmente.
Por amor la gente vive, ríe, come, triúnfa, brilla, vuela, brinca, salta, corre (feliz por los campos), cae, falla, llora, sacrifica, muere...
Hay amores y ¡ay! amores...
Algunas mujeres lo esperan y muchos hombres le huyen; otras lo buscan y otros lo enfrentan; unas son halladas y otros son olvidados.
Hay amores prohibidos que se viven en silencio, que se expresan con las miradas, que mueren solos en oscuridad sin ceremonias; los hay contrarios, que se enfrentan, desgarran, lastiman y al morir liberan.
Existen los amores eternos y formas de amar muy breves; amores históricos, histriónicos y otros histéricos (dime qué hago con tanto amor), compulsivos (no puedo dejar de amarte), perversos (dime que me amas, dime, dímelo) y sicópatas (vas a morir de amor por mí).
Amores decadentes, ascendentes, decendentes, laterales, frontales, orales, anales.
Amor a primera, a segunda, a tercera y a más vistas, equivocados, a concenso, interesados, con intereses, viejos, añejos, pasados, nuevos, sedosos, rasposos, profundos, triviales, fanáticos... y amores que odian.
Hay de padres, de hijos, de hermanos, de vecinos, de amigos, de compañeros, de amantes, de pareja, de trío, de table, de chichifo, de cabaret.
Ay! Amores que duelen... Ja! Amores que alegran... Argh! Amores que frustran... Sigh! Amores que desilusionan... Grrrr! Amores que encabronan... Uh? Amores que sacan de onda...
Amores que despiertan: el deseo artístico (tú te encueras y yo te tomo la foto); la curiosidad (...y si lo hacemos en la nieve, ¿a ver qué pasa?); el canibalismo (yo si te como); lo suicida (me mato, me dejas me mato...); lo histriónico (me mato, me dejas me mato...); lo trágico (me mato, me dejas me mato...); lo controlador (me mato, me dejas me mato...); lo codependiente (me mato, me dejas me mato...).
Los hay falsos, de a mentis, de media hora, estacionales (onda de Pino Suárez a Hidalgo), de altura (noveno piso para arriba), de salón, de baños (públicos), de baños privados (¿quién no ha sido besado por el/la dueño(a) de la casa en el baño? -¿o no es tan común?).
El amor está en chino, en japonés, en latín, en griego clásico, en arameo antiguo, en hebreo más antiguo.
Las reglas del amor son muchas y valen madres porque el amor no tiene reglas; sí a caso, deben hacerse entre dos, ser únicas e irrepetibles (cada cabeza es un mundo y cada pareja dos), sino, no es amor, es imposición, es posesión, es receta para drama.
El amor no es igual aunque uno de los protagonistas sea el mismo.
El amor es sexo cubierto de chocolate, revuelto en tocino y aderezado con papas fritas; es como un estornudo, es como hacer pipí después de aguantar por horas. El amor es desahogo, es esperanza, es ganas, es calma, es urgencia, caos, entripados, descanso, es tarde de tv, noches de lectura, mañanas de rapidines.
El amor es una enfermedad que contagia un pinche escuincle en pañales; es lo que la publicidad te hace creer que es el amor, comercio, desesperación por ser flaco, por tener cuerpo de gym, tener auto, dinero, casa y mil cosas que hacen que olvides el amor y te vuelvas un buscador de placer incolmable, barril sin fondo.
El amor es una mañana fresca, una tarde de nubes ardientes, es sol menguante, finas estrellas que tímidas aparecen, lunas eternas; el reflejo de tu ser en los ojos del otro; los oidos que escucharán tus latidos; las manos que tocarán tu piel con deseo, con calma, con preocupación; los labios que te habrán de sonreír hasta el día que la muerte los separe.
Comentarios