La Vida Moderna -Una de palabras (incompleta)-

>suspiro<

El problema que genera el que las palabras se vuelvan vox pópuli es que pierden su significado y se diluyen como agua en el mal hablar de los pueblos. Psicosis, neurosis, histeria, obsesión y perversión se manosean más que tubos de transporte público y cualquier idiota le grita a otro "¡neurótico!" y le lanza esa mirada de triunfo al creer que lo ha vencido y el otro, idiota también, cree que ha sido ofendido y se queda con mirada perpleja y duda de sus capacidades mentales.

El que te digan neurótico es de agradecerse, puesto que reconoce tu calidad de humano funcional. Así que, si quieren ofender, utilicen las majaderías acostumbradas y hermosas que tiene nuestro lenguaje, pendejo, pinche, cabrón, jodido, puto (ah no, creo que esa ya no se puede usar por herir susceptibilidades más allá del arroz con popote y el cachar granizo sin lluvia), etc.

Otro de los errores comunes y que, gracias a Ben Affleck, es tópico de moda, es llamar psicópata a Batman. Y no, no, no, no... Neta que no sé que personaje conocen y por qué se dicen fans, pero Batman es un neurótico obsesivo con tintes histéricos (estos últimos típicos de héroes, superhéroes, médicos, enfermeras, sacerdotes, monjas, misioneros, vecinos acomedidos y filántropos en general -ayudar al otro para olvidarse de sí mismo).

Los psicópatas por excelencia (desconocen por completo las normas legales,morales y éticas; no ven conflicto en tomar vidas  y tienen un comportamiento errático) son el Joker, el Green Goblin  original, Dr. Zoom y el Punisher. Los demás villanos son tan neuróticos como cualquier ser humano, con sus niveles exacerbados, eso sí. Prácticamente cualquier marido golpeador, director general, diputado, senador, secretario de gobierno o presidente podrían pasar por supervillano comun y, sobretodo, corriente.

Yo, soy perverso y a mucha honra (con mis saludables porcentajes de obsesivo e histérico, claro, ya que no hay estructuras puras), lo que no sé es si sería mejor héroe o villano ya que soy más guarro que un ayudante de albañil de albañal en barrio bajo. Ah! Pero no, no iba por ahí, yo quería decir que me da risa que haya quienes se ofenden por ser llamados perversos, ¡joder! Perverso es una palabra tan deliciosa, tan sustantiva que es una pena usarla sólo como adjetivo y, más que calificativo, peyorativo.

Bueno, pero esta perorata no era sobre héroes ni villanos ni de guarros y albañiles, sino sobre el uso de las palabras y yo ya le debo harto dinero al palabrímetro por andar de bocazas -y seguramente, mal empleando el lenguaje-.

En fin, ya ni me acuerdo por qué inicié esto (la edad, la edad) y, para variar (lo pendejo, lo pendejo), ya no sé como cerrarlo (idem, idem). Así que, como cada vez que dudo recurro al único mantra que me funciona, de la muy célebre tira de Grouñidos en el desierto, la joya máxima, la suma de todos los miedos:

"El sintagma paradígmico como significante semiótico, falleció ayer..."

¡Oh sí!

A ver si no a partir de mañana empezamos a escuchar como insultos sintagma o semiótico.

>suspirote<


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