La Vida Moderna -Apropiación Cultural-

Deberíamos morirnos todos.

Así, simple y llano.

Para qué tratar de vivir derribando fronteras y fomentar tolerancia si entre toda esta guaguareca de amor y paz se esconde un pernicioso afán separatista.

De los creadores de todo lo que tú hagas me ofende y si creo que se lo haces a los demás me ofende mucho y si creo que lo que haces vulnera a otros que no pueden defenderse, me ofende mucho más, nos llega: ¡La apropiación cultural!

Aunque a distancia pueda parecer algo bueno, como todo lo que tiene que ver con grupos extremistas, termina siendo una, mala, muy mala idea.

Buscando información sobre la cultural appropiation me doy cuenta de que es algo que dependerá completamente del color, estatura, nivel económico, código postal y nivel de educación (y claro, de los niveles de chairiclorianos que se tenga en la sangre); así se puede ir desde una sangrienta saña por defender lo que no les pertenece hasta una indolencia absoluta frente a semejante cuestión.

Al parecer la explicación más justa -y con la que, personalmente, estaría de acuerdo- es la siguiente:

"Tomar la propiedad intelectual, los conocimientos tradicionales, las expresiones culturales, o artefactos de otra cultura sin su permiso. Esto puede incluir el uso no autorizado de las danzas, vestimenta, música, lenguaje, folclore, gastronomía, medicina tradicional, símbolos religiosos, etc. Es especialmente dañino cuando la fuente de este plagio es un grupo minoritario que ha sido oprimido o explotado de otra formas o cuando el objeto de apropiación es, especialmente, de trato sensible, por ejemplo: objetos sagrados"
Who Owns Culture? Appropriation and Authenticity in American Law
Susan Scafidi

Dista mucho de la serie de exageraciones que en la actualidad despiertan la furia de los santos patronos de las conciencias inmaculadas de lo políticamente correcto y el chairismo en las redes sociales que, acá entre nos, cada vez se sienten más falsos y forzados los esfuerzos por defender o atacar causas en las mismas (especialmente cuando el defensor en cuestión usa dreadlocks, trae camiseta con Batman, pulseras huicholes y vans).

Veamos un claro ejemplo: el típico europeo (generalmente del norte) que llega a México (o cualquier país de habla hispana de América) y se dedica a aprender tradiciones de diferentes grupos étnicos; más tarde lo encontramos vestido de Quetzalcoatl en pleno Zócalo dirigiendo a un grupo de aborígenes (no peyorativo, si les ofende, favor de ir a la RAE y ver qué significa), diciéndoles cómo danzar, como cantar, como tocar la flauta y cobrando un dinerito muy a gusto y hablando de los abuelos sabios (que al final uno no sabe si habla de los nativos o de los suyos que lo hicieron tan cabrón, ¿ve'á?), quejándose de el abuso del gobierno hacía los grupos indígenas y hasta las chanclas de otras tradiciones mexicanas que no son de consumo legal. Eso, más que apropiación cultural, ya suena a expropiación. Otro ejemplo, aquellas empresas que, buscando "originalidad" plagian descaradamente diseños de ropa y estampados en tela para hacer negocio en otros lados del mundo en donde todo eso se considera exótico e imponer modas que, para los grupos plagiados son, en algunos casos, ritos e instrumentos ceremoniales que a punta de comercialización se vuelven una frivolidad más de este mundo globalizado y daña la visión cosmogónica de ese pueblo entero y, encima, no ven un quinto de todo eso.

Peeeeeeeeero...

Si queremos cumplir a pie juntillas con estas ideas tendríamos que desechar, a grandes rasgos, todo lo que somos, todo lo que son los demás y dejar un mundo de culturas aisladas dueñas de lo que, actualmente, se cree que les pertenece (de entrada, no andar festejando juegos olímpicos ya que son de origen griego, reinterpretados por un inglés y, por supuesto nada de jugar soccer que tampoco lo inventaron en Tepito).

Veamos el caso de México, cada día hay más y más memes que nos advierten de no trivializar con las tradiciones de nuestros pueblos originales, pero... ¿Qué tan originales son las tradiciones de la mayoría de nuestros pueblos? Somos producto de un mestizaje (a huevo, pero mestizaje) que no dejó tradiciones sin trastocar, la llegada del catolicismo obligó a las personas a desechar o alterar por completo el sentido de sus costumbres. Entonces, ¿qué debemos defender? Si lo que conocemos como mexicano es un híbrido forzado (como el mismo catolicismo) y reinterpretado. ¿Qué debemos hacer, eliminar toda traza de España en nuestra sociedad y dejar aparte todo lo nativo?, porque, pues no somos pocos los que nos quedaríamos en un limbo por no ser 100% de ningún lado (lo dije antes y lo repito, si tienes cabello rizado y/o vello en el pecho y/o mides más de 1.70 eres tan nativo del país como el sarcófago de Neb-jeperu-Ra-anj-Amón). ¿Quién va a decidir que tradición se puede festejar por todos y cuál por unos cuantos? ¿El Día de Muertos deberá incluir o no parafernalia religiosa o nativa (hacer la propia no se vale porque se tendrían que utilizar cosas que no son tuyas y no entiendes cabalmente su poder y significado)? ¿Debemos desmembrar a los mariachis en sus componentes originales? ¿De cuanto tiempo para atrás podemos consideras las tradiciones como algo nuestro y no "suyo"? ¿Adios a la naminá y sus regalos? ¿Sin reyes magos y rosca?

Sí, se que muchos ya deben estar crispados y alegando la defensa de los derechos y las tradiciones y lo maligno de lo blanco, patriarcal, falocéntrico, imperialista, colonizante, heteronormado, racista, origen de todo lo malo que sucede en el mundo. Vamos, griten conmigo ¡malditos blancos y blancas (políticamente correcto para agregar insulto a la injuria)! o mejor aun, ¡malditxs blancxs (para, ya de plano, caer en un paroxismo total)! Pero, por cierto, les tengo una mala noticia. Cómo les digo... Al erigirse como defensores de los oprimidos se ponen, exactamente, en el papel del típico blanco, patriarcal, falocéntrico, imperialista, colonizante, heteronormado, racista que considera tan inferiores a los demás que necesitan su blanca visión de las cosas para ser defendidos.

En México, va empezando (y desafortunadamente avanzando) el movimiento, pero en otros países ya hay grupos que quieren regular lo que se puede o no, escuchar, vestir, bailar, leer o escribir. Neta.

Hay grupos que quieren prohibir a los blancos rapear; a los grupos coreográficos ajenos a X cultura bailar sus danzas; si quieres escribir la nueva gran novela, usando un personaje ajeno a tu entorno natural, olvídalo, serás tratado como profanador de tumbas (fuera de cualquier broma, ya existen demandas contra autores por usar como protagonistas a personajes de etnias ajenas a la suya); se busca regular el uso de indumentarias, peinados, tatuajes, música... En fin, yo me pregunto si propondrán despellejar al italiano que trae tatuajes con frases en árabe o al mexicano con tatuajes celtas.

Entiendo y aplaudo la concientización de no andar usando símbolos, música ceremonial, instrumentos y ropas que pueden tener un elevado significado para ciertos grupos (que además, generalmente, son vulnerados por la rapacidad política y mercantil), defender y respetar suena padrísimo y si esos grupos hacen, venden y comparten ciertas cosas de su inspiración, no veo nada malo en consumirlas y, creo, que no haría falta necesitar un permiso especial para portarlas (Fulanito de tal tiene permiso de usar pulseras huicholes ya que las compró en buena ley a la cooperativa huichol de su comunidad y no de un chairo imitador coyoacanense, por ejemplo).

Desafortunadamente, para como van las cosas, el extender la protección a tontas y locas por cualquier cosa que se considere cultural, propia de determinadas etnias o subgrupos va a terminar causando más mal que bien. Ya veo en alguna página de ventas por internet pidiendo al comprador que demuestre que pertenece a cierto grupo étnico para venderle el disco, la taza, la playera; veo el veto a las presentaciones de grupos musicales por no pertenecer al país. Adios pizzerías, no más comida india, comida china, japonesa, griega o mexicana alrededor del mundo.

>gulp<

No más cómics extranjeros que hablan de cosas que no nos corresponde leer por vivir en países diferentes, ni libros, películas, animaciones...

¿Ven?

¿Entonces dónde queda un mundo sin fronteras, de igualdad, de fraterna convivencia? Pareciera que lo que algunas consciencias políticamente correctas buscan es generar ghettos, separar más las sociedades actuales que se mantiene unidas por pedacitos gastados de "yurex" viejo. Que bonito mundo en el que empiecen a aparecer puertas separadas para blancos, negros, amarillos, rojos, morenos, mestizos; productos específicos para raza y condición social y prohibiciones, miles de prohibiciones, para defender el derecho a ser diferentes en un mundo de tolerancia.

Como todo, puede empezar en el buen corazón de algún humano harto del abuso, pero apunta para terminar siendo un nuevo formato para una inquisición, adaptada al Siglo XXI.

Tons, yo digo, si se van a poner las cosas así de estúpidas... Mejor deberíamos morirnos todos.

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